En mi publicación anterior, comenzamos a analizar el ratio financiero más popular del mundo – Precio / Beneficios o PER (particularmente una de las opciones para interpretarlo). Yo digo que el PER se puede definir como la cantidad de dinero que se debe pagar un vez para recibir 1 unidad monetaria de ingreso neto diluido al año. Para las empresas estadounidenses, será en dólares americanos, para las empresas de la India, será en rupias, etc.
En esta publicación, analizaré otra interpretación de este ratio, que le permitirá ver el PER de una forma diferente. Para hacerlo, veamos nuevamente la fórmula para calcular el PER. PER = Capitalización / Ingreso Neto Diluido Ahora, vamos a añadir algunos refinamientos a la fórmula: PER = Capitalización Actual / Ingreso Neto Diluido para el último año (*) (*) En mi caso, por año me refiero a los últimos 12 meses.
Luego, veamos cómo está expresada la Capitalización Actual y el Ingreso Neto Diluido para el último año, por ejemplo, para una empresa estadounidense: - La capitalización actual está en $ - El Ingreso Neto Diluido para el último año está en /año
Como resultado, podemos escribir la siguiente fórmula: PER = Capitalización Actual / Ingreso Neto Diluido para el último año = $ / $ / año = N de años (*) (*) Según las reglas matemáticas básicas, $ será reducido por $, y solo nos quedará el número de años.
Esto es muy inusual, ¿no es cierto? ¡Resulta que el PER también puede ser el número de años! Sí, ciertamente podemos decir que el PER es el número de años que un accionista (inversionista) tendrá que esperar para recuperar su inversión al precio actual a partir del flujo de beneficios, siempre y cuando el nivel de beneficios no cambie.
Por supuesto, la condición de niveles de beneficios invariables es muy poco realista. Es raro encontrar una empresa que muestre los mismos beneficios año tras año. Sin embargo, no hay nada más realista que la capitalización actual de una empresa y sus beneficios anuales más recientes. Todo lo demás son proyecciones y estimaciones probables.
También es importante comprender que, al comprar una acción, un inversor fija uno de los componentes del PER, a saber, el precio - P. Por consiguiente, sólo tiene que observar el beneficio (E) y calcular su propio PER sin tener en cuenta la capitalización actual.
Si el nivel de beneficios aumenta desde la compra de las acciones, disminuirá el PER personal del inversor y, por tanto, el número de años de espera para la recuperación de la inversión.
Otra cosa es cuando el nivel de beneficios, por el contrario, disminuye – entonces un inversor se enfrenta a un aumento en el nivel de PER y, en consecuencia, un aumento en el plazo de recuperación de sus propias inversiones. En este caso, por supuesto, tendrá que pensar en las perspectivas de dicha inversión.
También se podría argumentar que no todo el 100% de los beneficios se destina al pago de dividendos, y por lo tanto no es posible utilizar el nivel de beneficios para calcular el periodo de amortización de una inversión. Sí, en efecto: es raro que una empresa destine todos sus beneficios al pago de dividendos. No obstante, la falta de un nivel de dividendos adecuado no es motivo, en absoluto, para cambiar nada en la fórmula o en esta interpretación, porque los beneficios retenidos son el motor fundamental del crecimiento de la capitalización de una empresa. Y todo lo que el inversor pierde en términos de dividendos, puede recuperarlo en el incremento del valor de las acciones que compró.
Ahora, analicemos cómo interpretar el valor de PER obtenido. Intuitivamente, cuanto más bajo, mejor. Por ejemplo, si un inversor compra acciones con un PER = 100, significa que tendrá que esperar 100 años para rentabilizar su inversión. Ésta parece ser una inversión riesgosa, ¿no es así? Por supuesto, se puede esperar que los beneficios aumenten en el futuro y, por consiguiente, se produzca una disminución del valor personal de PER. Pero, ¿y si eso no ocurre?
Permítame darle un ejemplo. Por ejemplo, usted compró una casa de campo, y por lo tanto ahora debe llegar al trabajo a través de carreteras rurales. Para ello dispone de un vehículo todoterreno de bajo costo. Hace bien el trabajo y le lleva al trabajo a través de una carretera llena de baches. Así, obtiene el efecto positivo necesario que proporciona un vehículo barato. Sin embargo, más tarde se entera de que se construirá una autopista de alta velocidad en lugar de la carretera rural. ¡Y eso es exactamente con lo que soñaba! Después de escuchar las noticias, usted compra un Ferrari. Ahora, puede llegar al trabajo en 5 minutos en lugar de tardar 30 minutos (¡y en un coche muy hermoso!) No obstante, debe dejar su coche deportivo nuevo en el patio y esperar a que la carretera sea construida. Un mes más tarde, se informa que, debido a la estructura de la carretera, la autopista será construida en un lugar completamente diferente. Después de un año, su vehículo todoterreno se avería. Oh, vaya, ahora debe subirse a su Ferrari y sortear los baches. No es difícil adivinar lo que sucederá con su costoso vehículo al cabo de un tiempo. De esta forma, sus grandes expectativas para el futuro proyecto de carretera se convierten en un desastre para su inversión en el coche costoso.
Las inversiones en acciones funcionan de la misma manera. Si solo considera las previsiones de beneficios futuros de la empresa, corre el riesgo de quedarse solo con las previsiones en lugar de los beneficios. Por lo tanto, el PER sirve como para medir del riesgo. Cuanto más alto es el valor de PER al momento de comprar las acciones, mayor es el riesgo que asume. Pero, ¿cuál es el nivel de PER aceptable?
Curiosamente, creo que la respuesta a esta pregunta depende de su edad. Cuando apenas está comenzando su viaje, la vida le ofrece un recurso invaluable, conocido como tiempo. Puede hacer intentos, asumir riesgos, cometer errores y luego volver a intentarlo. Eso es lo que hacen los niños a medida que exploran el mundo que les rodea. O cuando los jóvenes prueban distintos trabajos para descubrir exactamente lo que les gusta. Usted puede utilizar su tiempo en el mercado bursátil de la misma forma – buscando empresas con un PER que se ajuste a su edad.
Cuando más joven sea, mayor será el PER que pueda permitirse a la hora de seleccionar empresas. Por el contrario, cuanto mayor sea, menor será el PER que puede permitirse. En pocas palabras, simplemente no tiene tanto tiempo para esperar el retorno de su inversión.
Así pues, en mi opinión, la percepción del mercado bursátil de un inversor de 20 años debe diferir de la percepción de un inversor de 50 años de edad. Si bien el primero puede permitirse una inversión con un periodo de amortización elevado, para el último puede ser demasiado riesgoso.
Ahora, vamos a traducir este razonamiento en un algoritmo específico. Primero, veamos cuántas empresas podemos encontrar con distintos rangos de PER. Por ejemplo, tomemos las empresas que cotizan en la bolsa de Nueva York (Abril de 2023).
Como se puede ver en la tabla, cuanto mayor es el rango de PER, más empresas podremos considerar. La tarea del inversor es descubrir qué rango de PER es relevante para su edad actual. Para esto, necesitamos datos sobre las expectativas de vida en los diferentes países. Por ejemplo, tomemos los datos del Banco Mundial de 2020 para varios países: Japón, India, China, Rusia, Alemania, España, Estados Unidos y Brasil.
Para comprender qué valores de PER elegir, debe restar su edad actual a su esperanza de vida. Esperanza de Vida – Su Edad Actual Recomiendo enfocarse en el país donde espera vivir la mayor parte de su vida.
Así pues, para un hombre de 25 años en los Estados Unidos, la diferencia sería: 74,50 - 25 = 49,50 Que corresponde a un rango de PER de 0 a 50.
Para una mujer de 60 años de Japón, la diferencia sería: 87,74 - 60 = 27,74 Que corresponde a un rango de PER de 0 a 30.
Para un hombre de 70 años de edad de Rusia, la diferencia sería: 66,49 - 70 = -3,51 En el caso de una diferencia negativa, se debe utilizar un rango de PER de 0 a 10.
No importa en qué acciones de un país invierta si espera vivir la mayor parte de su vida en Japón, Rusia o los Estados Unidos. El PER indica tiempo, y el tiempo fluye de la misma forma tanto para cualquier empresa como para usted.
Entonces, este algoritmo le permitirá calcular fácilmente sus rangos de PER aceptables. Sin embargo, quiero advertirle sobre tomar decisiones de inversión basadas solo en este ratio. Un valor de PER bajo no garantiza que esté libre de riesgos. Por ejemplo, algunas veces, el nivel de PER (P/E) puede caer significativamente debido a un descenso de en P (capitalización) debido a eventos extraordinarios, cuyo impacto solo se puede observar en una cuenta de resultados futura (donde podemos conocer el valor real de E - beneficios).
No obstante, el valor de PER es un buen indicador del periodo de recuperación de su inversión, que responde a la pregunta: ¿cuándo debería considerar comprar las acciones de una empresa? Cuando el valor de PER se encuentre en un rango de valores aceptable para usted. Pero el nivel de PER no le dice qué empresa considerar y qué precio tomar. Hablaré de esto en las próximas publicaciones. ¡Hasta pronto!