Trampa
Te digo que todo lo que veo alrededor me parece ridículo, incluso yo mismo,
y tú respondes que mi reflexión te parece muy sensata.
Te digo que odio todo lo que veo alrededor, incluso a mí mismo,
y tú respondes que estoy lleno de amor, pero que no me doy cuenta.
Te digo que me aburre todo lo que veo alrededor,
y tú respondes que ese comentario te parece muy divertido.
Te digo que no tengo talento para plasmar la vida,
y tú respondes que eso me pasa porque soy un genio.
Tu perpetua adulación es la peor de las trampas.